Economic Opinion Press Release
El crecimiento de la producción manufacturera juno a los servicios básicos más la caída en la minería, llevó a un crecimiento de la producción industrial en un 0.1%. Más en el siguiente análisis de Benjamín Sierra
- La producción manufacturera creció 1,9% en mayo, la minera se contrajo en 2,6% y la de servicios básicos se incrementó en 3,2%. En conjunto, las cifras arrojaron un crecimiento de la producción industrial de 0,1%.
- Con estos datos más un supuesto del comercio minorista aumentando alrededor de 3%, la actividad agregada de mayo, medida por el IMACEC, podría haber crecido 2,2%, corrigiendo al alza nuestro pronóstico original de 1,8%.
- Más temprano, el Banco Central reveló datos a la tercera semana de junio, que fueron muy positivos en balanza comercial, con exportaciones e importaciones expandiéndose a un ritmo alto para el estándar reciente. Por el contrario, la tendencia a desacelerarse del dinero (M1) y de las colocaciones (la primera, muy incipiente; la segunda, bastante prolongada) se mantuvieron.
- En conjunto, estas cifras más recientes pero muy parciales, más algunas condiciones estadísticas específicas, apuntan a un desempeño de junio incluso mejor que el estimado para mayo. Si bien los datos confirman que lo más agudo de la desaceleración quedó atrás, no permiten asegurar una recuperación más vigorosa de lo previsto, manteniéndose el sesgo bajista de nuestro pronóstico anual.
- En cuanto a las cifras del mercado laboral, la tasa de desempleo subió a 7% (incluso por encima de nuestra estimación, que era 6,9%, probablemente de las más altas del mercado). El resultado puede considerarse bastante menos adverso de lo que aparece, en tanto refleja un mayor aumento de la fuerza de trabajo y del empleo. Este último incluso muestra una composición todavía débil, pero marginalmente mejor, con menos importancia de cuenta propia y mayor ritmo en los empleos asalariados en más de un año. En estos últimos destaca la mayor incidencia de comercio y salud.
- Estas cifras, aunque son parciales, y en absoluto concluyentes, apuntan más bien a estabilidad en la política monetaria por muchos meses, tanto en la tasa como en el sesgo neutral, en línea con nuestro pronóstico original.