¿Qué es tuyo, qué es mío, qué es nuestro?

Lo más significativo de la convivencia es compartir, pero también es importante preguntar cuándo queremos utilizar algo que no es nuestro. Por eso, recuerden aclarar qué es de los dos y en qué momento utilizarán sus pertenencias personales: la bicicleta, el auto, el computador, la Tarjeta de Crédito.

Para una convivencia más sana, aconsejamos siempre compartir sin trabas y al mismo tiempo ser respetuoso con el espacio personal de tu pareja.

Cuentas claras y comunes

Abrir una Cuenta de Ahorro o una Cuenta Renta Diaria puede ser una de las alternativas más infalibles de juntar dinero para proyectos en conjunto. ¿Un viaje importante para festejar a fin de año? ¿Ahorrar para un auto? ¿Paseos de fin de semana? Esto no sólo ayuda a mantener ordenadas las finanzas, sino además a que los dos estén motivados con proyectos a mediano plazo y puedan disfrutar de sus logros.

Optar por una Tarjeta de Crédito para los dos, es una opción que ayuda a mantener organizadas las cuentas de un modo mucho más simple: todo gasto que sea para la casa (supermercado, arreglos, mantenciones) sale de ahí. Se acaban de mudar, equipar la casa en varias cuotas puede ayudarlos durante los primeros meses.

Salarios y depósitos proporcionales

Llega el fin de semana y desean ir a un buen restaurante, pero ¿quién invita a quién? Así como con muchas de las otras aventuras que compartirán durante la vida juntos, en este caso les recomendamos que paguen de su cuenta común, desde su Tarjeta de Crédito o Cuenta de Ahorros.

Si los salarios son diferentes, una buena idea es que ambos contribuyan con lo que pueden, y tener este asunto conversado desde un comienzo. Estos son algunos tips que realizan los distintos tipos de parejas para organizarse, convérsenlo y evalúen el que les acomode a ambos:

• Depositar en una Cuenta de Ahorros un monto proporcional a los salarios para los gastos comunes de la casa, incluidas las salidas románticas a restaurantes.
• Realizar un depósito mínimo equivalente, mitad y mitad, para consolidar todos los gastos fijos -como el arriendo, las cuentas, Tarjeta de Crédito y los gastos comunes-, y desde ahí considerar el porcentaje para la cuenta conjunta.
• Simplemente depositar una pequeña parte del salario de cada uno en partes iguales, en una Cuenta Renta Diaria, y guardar el resto cada uno por su parte.

Recuerden mantener siempre sus Tarjetas de Crédito y Cuentas de Ahorro al día. ¿Cómo? Por ejemplo, con un Excel doméstico que tenga las fechas de vencimiento claras y organizadas. Poco a poco van a ir descubriendo sus propios trucos financieros, y con el tiempo todo marchará perfecto en el amor y las finanzas.