El chanchito, los juegos, las vivencias y la responsabilidad son parte de una enseñanza compartida en la Educación Financiera de niños y niñas.
La alcancía es el rostro universal del ahorro. Un personaje con el que generaciones han aprendido que la constancia tiene una recompensa. Por eso, al momento de hablar sobre finanzas con los más pequeños, es importante generar lazos para identificar un símbolo de ahorro como lo ha sido el chanchito, una figura que sigue vigente.
Y para tener una finanza responsable es importante definir que los montos no son el principal concepto, lo vital es mostrarle a niños y niñas el significado de la capacidad de ahorrar, y para lograr esa educación financiera infantil, es transcendental que padres y adultos significativos puedan motivar que ser constante en el ahorro es igual que pasar la etapa de un juego, mientras más etapas se supere, más recompensa obtendrán
Hablemos un poco de la etapa escolar, circuito importante en el desarrollo de niños y niñas. En esta fase despiertan las ganas de tener lo que el compañero o compañera tiene, esta es una sensación conocida, porque de alguna manera u otra, todos pasamos por esa obsesión de infancia. Y aquí nace una gran oportunidad de ampliar esta guía a una educación financiera responsable y compartida, pero ustedes dirán ¿cómo se logra eso?, pues con un ejemplo didáctico. La idea es que el niño o niña pueda dividir sus gastos/metas y para ello una buena solución es crear tres alcancías, que son tres conceptos: Ahorrar, gastar y compartir.
Motivar que la constancia en el ahorro es igual a pasar una etapa de un juego, mientras más etapas se supere, más recompensas obtendrá.
La mesada es otra forma de crear una responsabilidad financiera en los niños y niñas, con ella podrán organizar sus propios gastos, como también decisiones que día a día irán aprendiendo, lo que le sumará nuevas vivencias.
Ahora y finalizando hablemos de inversión, un nuevo concepto que se integrará en el diccionario financiero de niños y niñas. Para comenzar de manera didáctica puedes comenzar creando actividades que les permitan invertir dinero falso en juegos, un ejemplo clásico el Gran Capital – momento, estoy recogiendo el carnet-. Así los pequeños no sólo entenderán el significado de la inversión, también podrán trabajar sus frustraciones y la sabia paciencia.
Por otro lado, están los negocios propios, esas pymes que nacen en los recreos del colegio con venta de tabletones u otra golosina a elección. En fin, métodos y enseñanzas existen muchos, pero lo importante es que tú, como adulto responsable, seas un ejemplo financiero, porque con las cuentas claras en casa, el chanchito siempre crecerá en armonía.
Fabio Valdivieso, Gerente General de Scotia Administradora General de Fondos, explica las consideraciones que los usuarios deben tomar a la hora de decidir cómo, cuánto y dónde invertir su dinero.
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