¡Proyecta tu vejez como tú quieras! Invierte con ahorro previsional voluntario y haz que tu esfuerzo tenga los mejores frutos.

Tu futuro

Si hay algo indiscutible en este mundo, es que todos vamos a envejecer, algunos con más arrugas que otros, quizás con menos cabello, con o sin nietos, da igual, llegará la hora y de eso se va a encargar la vida y tu yo del presente, entonces dale un alivio a tu yo del futuro canoso y conoce el Ahorro Previsional Voluntario (APV), que es una de las mejores herramientas para obtener algo extra en tu jubilación, esto se complementa con tus cotizaciones de AFP, pero puedes elegir los montos, ya sean mensuales o con depósitos puntuales según lo que más te acomode, solo está en ti llegar a la tercera edad con empoderamiento.

Comencemos con lo primero:

APV: Es el Ahorro Previsional Voluntario por trabajadores dependientes o independientes, que se encuentren de forma activa cotizando en una AFP, más claro que el agua no puede ser.

¿Por qué deberías tener un APV?

¡Te mereces la vejez de tus sueños! Todos queremos una buena pensión a la hora de jubilarnos y con el ahorro previsional voluntario puedes mejorarla, ahorrar tu capital en la mejor decisión para cuidarte en el futuro y tener beneficios.

¿Qué ganarías con tu APV?

En el caso que no puedas cotizar en algún momento de tu vida, el ahorro previsional voluntario hará que sigas acumulando sin perder demasiado en las ausencias de tu AFP.

Si lo contratas a temprana edad, más mejorará tu pensión, ya que, a más tiempo de inversión, mayor es la ganancia.

Podrás adelantar tu pensión, es decir, si tu pensión llega a superar el 70% de tus últimos sueldos, tendrás el derecho de recibir tu dinero antes.

También existen alternativas a tu elección, en donde recibirás beneficios tributarios del Régimen B o un premio del Estado que sería la Bonificación Fiscal del Régimen A, por el ahorro destinado a tu jubilación.

¿Qué significa esto del Régimen A y B?

Debes elegir entre una de estas alternativas, que son recomendaciones según tu renta:

Régimen A: Por el ahorro realizado destinado a tu jubilación, el Estado te entrega una bonificación anual de un 15% del monto ahorrado en el año, con un tope de 6 UTM anuales. En el caso que requieras realizar el retiro de tus ahorros antes de tu jubilación, puedes hacerlo, pero perderás la bonificación del 15% otorgado por el Estado.

Régimen B: El ahorro destinado a tu jubilación, rebajará la base imponible para el cálculo del impuesto, lo cual se verá reflejado en tu liquidación de sueldo mensual o en la declaración de impuesto a la renta. El monto tope de APV que permite rebajar impuestos son UF 600 anuales. En el caso de tener la urgencia, puedes realizar el retiro anticipado de tus ahorros, pero al momento de realizar el retiro, se retendrá el 15% del monto retirado, el que es entregado al Servicio de Impuestos Internos (SII) para pagar el impuesto único al que estés afecto en tu declaración anual.

Pero no todo son solo esas dos alternativas, también puedes invertir para tu futuro con Depósitos Convenidos, que son aportes para tu jubilación, realizados por trabajadores dependientes a través del empleador, donde el monto invertido queda 100% exento de pagar impuestos, ya que no constituye renta. Con esta opción, no pagas impuestos y conservas la totalidad de lo invertido. Tiene un tope de UF 900 anuales, adicionales a las UF 600 del APV Régimen B. Es importante recordar que los ahorros que destines a APV como Depósitos Convenidos, no pueden ser retirados antes de tu jubilación.

Ahora sabes todo lo que puedes lograr con tu APV, mejora tu jubilación, no dependas de terceros y ahorra tu propio dinero, abraza al adulto mayor que llevas dentro.

Tu jubilación nos importa, ahorra hoy y disfruta mañana.

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