Identifica las razones y beneficios de planificar tus finanzas desde cualquier lugar y etapa de tu vida.
Todos tenemos metas diferentes, por eso un plan financiero es importante. Con el puedes tomar control de tus finanzas y obtener ayuda para cumplir lo que te propongas.
Piensa en un plan financiero como tu hoja de ruta personal. Considera tu situación financiera actual e incluye una evaluación del patrimonio neto (activos frente a pasivos), flujo de caja (ingresos y gastos), impuestos, planificación de jubilación, análisis de sucesiones y en ciertos casos planificación de seguros.
Si bien el plan particular de cada persona será diferente, un plan financiero está diseñado para ayudar a responder tres preguntas:
1. ¿Dónde estás ahora financieramente?
2. ¿Dónde te gustaría ir?
3. ¿Cómo llegarás ahí?
Es esencial obtener una evaluación objetiva de tu estado financiero general. Un plan te puede guiar comprendiendo tus hábitos de gastos y ahorro.
Un plan financiero te ayudará a definir metas realistas y crear una estrategia para lograrlas.
Por ejemplo, dependiendo de la etapa en la que estés, un asesor trabajará para completar y/o potenciar tu plan de jubilación o cualquier cuenta de ahorro.
Un plan financiero puede evaluar tu situación actual a fin de implementar un “salvavidas”, estableciendo un fondo de emergencia ya sea por perder el empleo o tener que reparar algo costoso en el hogar, también te entrega las herramientas para elegir un seguros que te pueda proteger a ti y a tu familia en caso de un accidente.
El control y manejo que te da planificar tus finanzas garantiza un aumento de bienestar emocional.
Fabio Valdivieso, Gerente General de Scotia Administradora General de Fondos, explica las consideraciones que los usuarios deben tomar a la hora de decidir cómo, cuánto y dónde invertir su dinero.
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