Conoce las maneras de tener una convivencia exitosa, en donde el dinero no se vuelva un problema y puedan seguir con sus sueños de forma unida en el mismo hogar.
¡Felicidades! Han decidido dar el paso y vivir juntos. Llegó el momento de que compartan más tiempo, formen un gran equipo y construyan un hogar. Así saldrán a relucir las formas en las que fueron criados, sus puntos de vista y costumbres. Da igual si te vas a vivir con tu pareja de toda la vida o vínculos recientes, también puede ser con tu hermano, tu mejor amiga o un grupo de personas a las que les llamas roomies. Al final siempre hay un tema importante al que deben prestar atención porque también es capaz de desgastar todos los tipos de relaciones: el dinero.
Al hablar de dinero no lo hacemos desde una visión materialista, es porque muchas decisiones de una casa pasan por el dinero. Es un medio para un fin. Así que cuando unas personas deben decidir cuál es la silla más bonita para el living o cuál es la pasta que comprarán en el supermercado, cada uno mostrará cómo se maneja con los presupuestos; cada cabeza es un mundo y tiene su forma de ocuparse -o preocuparse- de las finanzas personales.
Lo mejor es abordar el tema de las finanzas en una conversación franca y abierta. Siéntanse libres, en confianza y olvídense del tabú que muchos tienen al hablar de dinero.
Es lógico, pero esto va más allá del sueldo. Es saber cuánto les queda después de pagar cosas personales que podrían ser gastos fijos o variables, bien sea créditos, deudas de estudios, ayuda para familiares, un taller los sábados por la mañana o ese simple gusto que siempre nos damos a fin de mes. Saldado eso y con la diferencia que les queda, podrán encargarse de los gastos de una casa.
Para asumir gastos en conjuntos como arriendo, dividendo, gastos comunes, servicios, la compra de alimentos, aseo personal y todo lo que conlleva mantener/se, siempre deben priorizar la equidad por sobre la igualdad. Muchas personas cometen el error de dividir entre dos los gastos totales y vaya que es distinto ganar 100 y pagar 20 en arriendo que ganar 50 y tener que gastar esos 20. Son un equipo, así que cada uno contribuye con lo que puede.
Aunque alguno de ustedes tenga un doctorado en matemáticas, siempre es recomendable llevar un control de gastos y que esté anotado en algún lugar. Una hoja de cálculo en un computador ayuda mucho y lo mejor es que no necesitarán pensar en fórmulas, porque en Excel, por nombrar un ejemplo, existen plantillas preestablecidas con la lógica y todo lo que necesitan. Únicamente deberán anotar el presupuesto y los gastos. Esas plantillas suelen encontrarse bajo el nombre “administración de mi dinero”, “presupuesto familiar” o algo por el estilo.
También existen muchas aplicaciones móviles que ofrecen este servicio de control e incluso una hoja de papel puede funcionar para este objetivo. Lo importante es que puedan visualizar las entradas y salidas de dinero a fin de evitar sorpresas amargas.
La meta de ustedes era vivir juntos y la alcanzaron ¿Ahora qué sigue? Bien sea un Crédito Hipotecario para la casa propia, un Crédito de Consumo para un auto, viajar por el mundo o ir a un concierto exclusivo de Chayanne, les recomendamos proyectar ese objetivo y concientizar el costo que tendrá, el tiempo aproximado que deberán ahorrar o si requerirán de un sacrifico extra.
Ese análisis también aplica para las metas personales, pero con el cuidado de no afectar el presupuesto de algo más importante y prioritario. Si uno de ustedes colecciona discos, todo bien a menos que adquirir los grandes éxitos de Luis Miguel signifique no comer vegetales durante un mes.
¿Y si abren una cuenta en el banco? Esto es decisión personal y sujeta a lo que les haga sentir más cómodos. Pero esto es una buenísima idea para el futuro y poder concretar sus metas, o sencillamente porque no quieren mezclar el dinero dispuesto para gastos personales con los de la casa.
Sea cuenta conjunta o en solitario, conversen con su ejecutivo financiero de las opciones disponibles. Las más sencillas son la Cuenta de Ahorro o la Cuenta Renta Diaria, que les permite ganar más intereses. Pero también está el Fondo Mutuo, que parece un poco complicado, pero es sencillo de seguir a través la aplicación Scotiabank GO; la clave será depositar un monto habitualmente y ser ordenados.
Dicen que en el amor (o la amistad), todo lo vale. Pero en las finanzas, eso no funciona. Lo que sí funciona es un poco de organización, sinceridad y responsabilidad. Seguir estos puntos les ahorrará discusiones y contribuirá en hacer de esa casa, un hogar en donde abunde la buena convivencia.
Fabio Valdivieso, Gerente General de Scotia Administradora General de Fondos, explica las consideraciones que los usuarios deben tomar a la hora de decidir cómo, cuánto y dónde invertir su dinero.
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